
Llegaste y eclipsaste fugazmente mi vida, sin darme un segundo te apoderaste de mi alma. Llegaste sin buscarte, sin pensar que estarías y en unos pocos días quebrantaste mi alma. Llegaste y asi volaste, y mi corazón quedó con ganas de ver contigo un nuevo amanecer. Llegaste y así volvaste, me quedé sentada al pie de mi ventana con un cigarrilo y sin razón de ser. Y esperaré por si te da la gana de regresar, esperaré, esperare a que se haga tu voluntad. Esperaré llenarme de valor para asimilar que los enigmas del a

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